Mi niño me yama;
-¡Papi!, ¡Papi!,
¿ónde tah mi papi?-
Mi niño yora
porke no sabe onde tah
su pare
Omá dise;
-Papi tah durmiendo-
y mi bebé murmura;
-tah durmiendo-
Mi niño
no sabe de dihtansia
no sabe de tiempo
mi pobre niño
no sabe ónde ehtá su pare
¿Ónde ehtoy iho mío?
ke no te beo
¿Ónde ehtoy iho mío?
ke no te pueo ni toká
no sé onde ehtoy
ehtaré durmiendo
o kisá soñando
Iho mío ayúdame a dehpertáh
2 comentarios:
Amor, dulzura, desesperación, ternura.
Me gusta este poema. Dos planos espacio-temporales. Nuestro niño interior, dormido u olvidado que nos reclama atención, cuidado, presencia en nuestra vida de hoy, y nuestro hijo-hija que nos busca en la distancia y conmueve mi corazón.
Muchas gracias hermano. Es un poema doloroso sin duda. Ha sido producto de hablar con Avicena por teléfono y notar la angustiosa sensación de ver que él no sabe dónde está su padre. Quizás lo intuye.
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